La “Finca Escuela”, más que un lugar, es la estrategia para aprender del territorio y enseñar compartir nuestro conocimiento.
Una de nuestras metas, lograr la permanencia de los jóvenes en la región a través del desarrollo de emprendimientos de servicios agrícolas para el cacao.
Enseñamos a los productores lo necesario para lograr saberes y experticia sobre la producción de cacao especial, cerrando las brechas de conocimiento existentes.
Nuestra pedagogías van alineadas a la lectura del territorio, adaptándonos a las particularidades en las que la comunidad se relaciona y aprende de su entorno.
La “Finca Escuela” también nos hace estudiantes, las comunidades cuentan con prácticas y saberes específicos de los que podemos aprender y replicar.
Cada Escuela crea un modelo de plantación coherente con los sistemas de siembra de la región y una infraestructura física para la capacitación de nuestros públicos.